"Soy un ateo, por tanto, soy inteligente"

"¿No ve que donde hay arte y perspicacia y ciencia consumada, donde hay finalidad, aplicación de medios oportunos a un fin claro y determinado, ha de haber una inteligencia sabia que lo haya ideado y unas manos expertas que lo hayan hecho?"

"Nadie podrá negar que el mundo entero en que vivimos, y en especial el mundo de la vida, con toda su infinita variedad de organismos maravillosos, de aparatos y sistemas complicados, es una inmensa exposición de arte, de ciencia, de técnica consumada(...) Saquemos, por tanto, la final consecuencia. Pensar que en todo ese maravilloso conjunto no intervienen más que las fuerzas ciegas e inconscientes de la naturaleza sin la dirección y guía de una inteligencia extrínseca que lo ha dispuesto y ordenado todo, es algo tan absurdo que ni siquiera podemos imaginarlo."

Simon, J. (1958). A Dios por la ciencia (pp. 197). Editorial Alonso.